Articulo tomado de www.cinemanewspr.com
La bella y cándida jovencita con pinta de hermana de la caridad en la vida real es una depravada bailarina que mutila a quienes se atreven a cortejarla; una niñita, que acaba de recibir un trasplante de córnea, tiene terribles visiones por su ojo recién operado; una horrible mujer en un video le anuncia a quien lo vea que le queda una semana de vida a menos que le envíe el mismo video a otra persona; unas misteriosas corrientes de agua aparecen en las paredes y el techo de la casa que acaba de rentar la joven madre Hitomi y su hija…
Estas son algunas de las historias de la nueva ola del cine de terror japonés que, así como los filmes de ciencia ficción, con monstruos tan legendarios como Godzilla o los mismos héroes Manga, se extiende rápidamente por el mundo. Incluso Hollywood ya cayó en sus redes. Al ver agotados sus monstruos sanguinarios (“Jason Voorhees” o “Freddy Krüeger”) y sus asesinos en serie (“Hannibal Lecter”), ya empezaron a fijarse en el rica “imaginaría” niponesa. El año pasado estrenaron con mucho éxito The Ring, copia del filme del mismo nombre del japonés Hideo Nakata. En la primera semana de estreno de la película, que protagoniza Naomi Watts, logró 15 millones de dólares en taquilla. Además, ya está en estreno la continuación. Para reconfirmar la nueva fiebre por el terror japonés, el propio Wes Craven, creador de “Scream”, anunció que quería rodar una versión de Pulse, película de Kiyoshi Kurosawa.